Hoy en día, todavía se ven en un buen número de tiendas virtuales una serie de errores de libro relacionados con el cliente que, en definitiva, garantizan casi al cien por cien el fracaso de una plataforma de ecommerce.
Aquí van cinco maneras diferentes de ningunear a un futuro comprador en una tienda online:
a) Pedir a los internautas que se registren en tu tienda online simplemente para poder navegar, antes incluso de saber si tienen o no, intención de compra.
b) No dar ninguna importancia a la imagen del producto: mostrar fotografías que no aportan valor, que cuentan con patrones distintos y de baja resolución, cuando el comprador sólo puede guiarse por sus ojos a la hora de efectuar una compra.
c) En esta misma línea, no ofrecer una amplia descripción del producto que permita al internauta hacerse una mejor idea del artículo que está dispuesto a comprar. U ofrecer una información poco rigurosa, que pueda confundir al cliente. Cuanta más información de calidad le demos al consumidor, más fácil será que adquiera el producto.
d) No ofrecer diferentes opciones de formas de pago para que el consumidor pueda elegir la que mejor le convenga. No respetar al cliente con los tiempos de entrega pactados y con la calidad del producto una vez entregado en destino.
e) Y por último, pero no por ello menos grave, un tema demasiado habitual en algunas tiendas virtuales: no hacer caso al cliente cuando se molesta en comunicarnos sus quejas o sugerencias, y además limitar su interacción al correo electrónico, en lugar de ofrecer un teléfono directo o un chat en tiempo real.
En definitiva, se trata de respetar (de verdad) a la clientela y pensar en nosotros no como vendedores sino como compradores. Imaginando lo que nos gustaría a nosotros a la hora de comprar en una tienda online, tenemos la respuesta para tratar a nuestros visitantes.