Siete de cada diez personas consideran que Internet es un fenómeno positivo y un 54% ya tiene acceso a la red. El comercio electrónico va en aumento mes a mes, pero todavía sólo un 16% de la población se anima a la compra online. Sin embargo, la tendencia siempre es positiva y cada vez se venden más productos, se genera más volumen de negocio y más usuarios realizan sus transacciones de manera virtual.
En el último trimestre de 2010 las ventas crecieron un 26,5 % en los canales digitales y la publicidad creció en paralelo, un 21,0 %. Los consumidores cada vez compran más online, y así lo muestran los más de ocho millones de personas en el mundo que compran de forma electrónica.
¿Pero por qué las personas nos acercamos a las compras online? Principalmente por dos motivos: el tiempo y el dinero. Y en los dos por el ahorro de ambos. Se ahorran horas al no tenerse que desplazar de un sitio a otro, de una calle a otra o de un barrio a otro; no hay que hacer colas para probarse o esperar para pagar. Y el precio es uno de los factores principales para las compras online. Suelen ser costes muy competitivos, también porque el ahorro que supone para la empresa la venta online debe repercutir en el precio final.
Parece ser que el hecho de no poder tocar el producto no tira para atrás a muchos consumidores, sobre todo si la tienda online pone facilidades (que debería) para devolver la mercancía en un periodo prudencial. Y ya se ha pasado a un mayor nivel de confianza en el método de compra. Es por tanto un momento idóneo para poner en marcha una tienda online y aprovecharse del buen momento que goza el ecommerce.