El enorme impacto de la tecnología de la información en el conjunto económico, social e incluso cultural de la sociedad es más que evidente. Y es que todo lo que va precedido de la letra E se convierte, tarde o temprano, en exitoso.
Así, el comercio electrónico o e-commerce es uno de los conceptos que pone de relieve una de las mejores características de Internet: la capacidad de realizar transacciones sin limitaciones de tiempo o de espacio.
Se podrían resumir las principales características del comercio electrónico en:
El comercio está abierto 24 horas, 365 días al año.
Se permite al consumidor el acceso a nuevos mercados en distintos países del mundo.
Se asegura la inmediatez al llevar a cabo las transacciones.
Permite el acceso a nuevos segmentos de mercado.
Cuenta con una mayor flexibilidad de las políticas comerciales.
Disminución de costes de provisión, distribución y promoción de los productos.
Aumenta el nivel de competitividad de la empresa a nivel local, pero también nacional e internacional.
Se simplifican los procesos de compra.
Permite conocer los precios de la competencia.
El e-commerce es actualmente una de las claves para la competitividad de las empresas ya que garantiza la apertura a nuevos mercados y el incremento de la velocidad de desarrollo de nuevos negocios, hasta ahora, impensables.