Es obvio que no todos los productos se pueden vender online. Pero también es verdad que son más de los que muchos empresarios creen a simple vista. En principio, los artículos que generan mayores ingresos son los tecnológicos, aquellos que son muy difíciles de encontrar en una tienda física o los que cuentan con un mercado altamente especializado. En general, podríamos decir que un producto que se vende bien en los canales tradicionales, venderá igual de bien en Internet.
Para aquellas PYMES que hayan pensado dar el paso al comercio electrónico pero que todavía no lo tienen muy claro, desde aquí les damos unos consejos básicos para que su tienda online sea un éxito.
Lo primero que tiene que pensar un empresario que quiere abrir su negocio al comercio electrónico es lo que pretende conseguir con su tienda online. Es decir ¿Internet va a ser mi principal fuente de ingresos? ¿O simplemente supone un complemento a mis ventas? ¿Es el único negocio? ¿O el secundario? Con respuestas a estas preguntas, el emprendedor podrá diseñar la tienda online de una manera o de otra, definir la variedad de productos, determinar el proceso de pedidos y analizar las funcionalidades que debe tener el establecimiento virtual.
En segundo lugar hay que analizar a la competencia. Si otro ofrece exactamente lo mismo que tú, será más difícil atraer a nuevos clientes a tu sitio web. En estos casos, en los que hay prácticamente de todo en la red, es bueno promocionarse de otra manera: quizá como un sitio especializado o de nicho de mercado. Y así, atraer a los consumidores en los que antes nadie había atendido.
Después de observar a los competidores, es necesario considerar el tipo de información que se debe incluir en la tienda online o, lo que es lo mismo, la información que los clientes requerirán antes de hacer una compra. Una ayuda para tomar esta decisión es visitar algunos sitios de comercio electrónico y buscar las características en común, así como las tiendas de la competencia o aquellas que tienen un gran éxito fuera de tu sector. Nunca está de más tomar ideas que funcionan.
¿En qué calle abro mi tienda? Esta sería la primera pregunta al poner en marcha un establecimiento físico. Pues en el mundo virtual también es necesario hacerse esta misma pregunta. La ubicación de ambas tiendas es igual de importante. En el caso de la tienda online lo mejor es contar con una ubicación en un dominio independiente y no compartir espacios webs con otras tiendas. Tener una página propia ofrece un mayor control sobre las condiciones, las operaciones e incluso la seguridad.
Una vez se ha tomado la decisión de abrir una tienda online hay que tener en cuenta otros consejos como el de destinar a una persona encargada de las ventas online, revisar el inventario, realizar fotografías de los productos, establecer plazos de entrega o investigar los precios de los envíos. Los beneficios de tomar la decisión de abrir una tienda online son muchos, entre ellos, el precio, los (no) horarios o la mayor cobertura, entre otros.