Las marcas y las redes sociales son ahora la pareja de moda y, de momento, parece que son un matrimonio bien avenido. La construcción de grupos alrededor de una marca es una de las tendencias que se ha ido consolidando a partir del pasado ejercicio. Así lo recoge el informe la Sociedad de la Información 2010 de la Fundación Telefónica, que se ha presentado esta semana.
Al crearse comunidades en torno a una marca, se fomenta que los consumidores compartan opiniones, ideas e información acerca de los productos y servicios de esa compañía en cuestión. Pero no sólo eso: se produce un diálogo entre el usuario y la marca, lo que convierte al primero en prosumer, o consumidor que participa con la empresa, llegando incluso a incrementar su productividad. El usuario aporta e inspira ideas, pero también opina sobre el logo, la publicidad o la tienda online de la compañía No hay límites en este diálogo.
Según un estudio el 55% de los usuarios de redes sociales manifiestan seguir la actividad de alguna marca a través de estas plataformas. Además, el 40% de estas personas ha buscado información sobre productos y servicios de empresas en la propia red social. Algo que facilita la compra del producto o servicio en la tienda online de cada compañía.
Frente al boom de las redes sociales, Internet también ha fomentado la eliminación de barreras entre vendedores y compradores, lo que ha llevado a un aumento de particulares que venden bienes o servicios en la red. En concreto en 2009, uno de cada diez europeos utilizó Internet para subastar algún artículo online, el doble de personas que en 2004.