El comercio electrónico como sabemos aumenta trimestre a trimestre en nuestro país. Cada vez son más los comercios que abren sus puertas virtuales a internautas de cualquier parte del mundo. Una buena tienda online debe girar en torno al usuario porque es él finalmente quien va a efectuar la compra que va a reportar beneficios y por tanto que va a permitir que la tienda siga funcionando.
Los minoristas tienen que crear una relación de absoluta confianza entre el comprador y el vendedor y proporcionar toda la información sobre sus productos en la tienda online. Cuanto más detallada sea la descripción del artículo que está a la venta, más efectivo a la hora de venderlo. Junto a las palabras, también es altamente recomendable utilizar imágenes o vídeos, que permitan mostrar más rasgos del producto en concreto. Toda esta cantidad de información extra no hace sino incrementar la confianza del usuario y por tanto, aumentar las ventas.
Y no nos debemos olvidar de la protección y la seguridad de nuestro cliente en la tienda online, por eso debe ser un establecimiento seguro y que proporcione un servicio de calidad. Ofrecer la posibilidad de pagar con tarjeta o bien a través de pasarelas de pago son formas de tranquilizar al potencial comprador a la hora de hacer una compra online, sobre todo la primera.
El tercer punto en el que debemos ser completamente transparentes con nuestros usuarios es en la información que se ofrece durante el proceso de compra y que abarca temas como los gastos de envío, si el IVA está o no incluido, los plazos de entrega, el derecho a devolución y en qué periodo, o el tiempo de validez de una oferta o descuento. Siendo claros en estos puntos evitaremos fugas de clientes durante el proceso de compra y aumentaremos las ventas.
Cuidar al cliente, informarle, darle seguridad y confianza, y tratarle de tú a tú es una de los principales claves para hacer de una tienda online un verdadero negocio.