Actualmente Facebook tiene más de 500 millones de usuarios en todo el mundo; una cifra que en España asciende a los 10 millones de personas. Con estos datos en la mano, es necesario pararse a pensar que, probablemente, a nivel empresarial, muchos potenciales clientes tienen un perfil en esta red. Y las empresas deben estar donde se encuentran sus potenciales compradores. Para ello la compañía debe abrir una página en Facebook y poner a disposición de los clientes un canal rápido, efectivo y transparente de comunicación bidireccional en el que puedan darse respuesta a las dudas, aceptar las críticas o recibir sugerencias. Pero aparte de esta presencia en la red social hay algo más.
Aquellas empresas, grandes o pequeñas, que tienen tienda online y que le sacan partido a las ventas online ¿por qué aún no tienen su catálogo en Facebook? Es algo relativamente sencillo y muy barato.
Integrar una tienda online en la red social tiene varias ventajas entre las que destaca que, los potenciales clientes te encuentran más fácilmente en Facebook que en un buscador, además es el cliente el que llega a ti sin ningún esfuerzo por parte del comerciante. A estas peculiaridades, hay que sumarle las ventajas propias del comercio electrónico: abierto todos los días a todas horas, eliminación de barreras demográficas y precios altamente competitivos, entre otras muchas.
A esto le añadimos unos datos de Nielsen: aparecer en el muro de Facebook aumenta un 8% la intención de compra y las recomendaciones de los usuarios tienen más impacto que la publicidad que aparece en el lateral de esta página.
Por tanto, ¿por qué no tener un escaparate en una calle por la que pasan 10 millones de españoles al día? ¿Te imaginas? Hoy en día para cualquier PYME es posible. Sólo hay que querer.